LA PETENTE MUNDIAL ESTA LLEGANDO
¿Están la industria y los inventores preparados?

Discurso preparado por el Dr. Farag Moussa.
Presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Inventores (IFIA).

Helsinki, 18 de mayo de 2001.
En ocasión del 30° Aniversario de la Federación Finlandesa de Asociaciones de Inventores (KEKE).

 

"El título dado a mi discurso es provocativo. Pero así y todo no es una mentira. No se trata de un pensamiento basado en el simple deseo de que la Patente Mundial vea la luz algún día. La pregunta entonces es cuándo. ¡Esa es la pregunta! Ciertamente esto no será dentro de 5 años, ni aún dentro de 10 años. Quizás esto se pueda lograr en 15 o más años; nadie lo sabe con certeza.

No es un secreto que muchos expertos en el campo de la propiedad industrial están en contra por completo acerca de la sola idea de una Patente Mundial. Por principios y por toda clase de razones. Otros no están en contra de la idea, pero dicen que la Patente Mundial es imposible en un mundo regido por Estados. Debido a que los Estados, como todos sabemos, son muy sensibles en cuanto a la posibilidad de perder poder, o su soberanía en cualquier domino.

No, esto no esto es imposible. No, esto no es un sueño. Una Patente Mundial verá la luz algún día, una simple y única patente reconocida en todo el mundo. Una patente aceptada por todos los países.

Algunos dicen que soñamos despiertos. ¡Sí soñamos despiertos¡ Y estamos orgullosos de soñar despiertos. Después de todo muchas cosas en la vida han nacido a partir de un sueño. Pero iré más lejos, es precisamente el papel de los inventores soñar despiertos. Usar su imaginación.

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Cuando abogamos por la creación de la Patente Mundial, siempre viene a mi miente una pregunta. ¿Por qué los inventores no podrían disfrutar de un sistema de alguna forma similar al que se aplica a los escritores? Como ustedes saben, un simple registro de derecho de autor (copyright), protege el trabajo de los escritores en todo el mundo.

Yo no conozco la razón de tal diferencia de tratamiento entre los inventores y los escritores. Imagino que, cuando se adoptaron dos sistemas internacionales diferentes para la protección de la propiedad intelectual – el sistema de protección de derechos de autor (copyright), y el sistema de patentes - los autores no pretendían crear una gran brecha entre los escritores y los inventores, tal como existe hoy. Me estoy refiriendo por supuesto al tiempo cuando se adoptaron la Convención de Berna para la Protección de Trabajos Artísticos y Literarios, y el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, en 1886 y 1883 respectivamente.

En esa época, había pocos países independientes, y un puñado de grandes imperios y Estados mayores regían la mayoría de los territorios en todo el mundo. Posteriormente, luego de la Primera Guerra Mundial y de la Segunda Guerra Mundial, el número de países independientes se incrementó. Esto se incrementó drásticamente en los sesenta, cuando muchos países del Tercer Mundo obtuvieron su independencia, y otra vez en los noventa cuando colapsó la Unión Soviética. ¡Hoy hay aproximadamente 200 países en el mundo!

Las cosas eran relativamente simples en aquel entonces, cuando se firmó el Convenio de París en 1883. El inventor que quería obtener una protección en todo el mundo, o al menos una protección en un número significativo de territorios, tenía que tratar solamente con las oficinas de patentes de un puñado de Estados. Además, las formalidades para obtener tal protección estaban limitadas en número y el costo era relativamente barato.

Es solo recientemente cuando el sistema de patentes de tornó tan caro para el inventor, con la introducción de toda clase de nuevas formalidades: cuotas anuales (u otros métodos de tarifas para el mantenimiento de la patente), tasas de examen, etc., etc., ¡tasas, tasas, tasas! Y para tratar con todas estas a menudo complicadas formalidades, la asistencia de expertos – agentes de patentes y abogados- se ha transformado en algo indispensable, agregando aún costos más altos al proceso de patentamiento. Pobre inventor, desplumado hasta su última o simplemente expulsado del sistema internacional de patentes.

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Sí, el sistema de patentes se ha convertido en un dolor de cabeza. Cuando en 1970, un nuevo tratado internacional fue firmado en Washington D.C., llamado Tratado de Cooperación de Patentes (PCT : Patent Cooperation Treaty). Sin embargo, este nuevo sistema de cooperación entre Estados, no cambió la esencia del sistema ya establecido, para obtener la protección internacional de un invento, es decir en más de un país. La concesión de una patente continúa siendo el privilegio de cada país. De hecho, una de las principales novedades del PCT fue que con este nuevo sistema usted podría evitar solicitudes separadas de patentes nacionales, con las oficinas de patentes de cada Estado, simplemente apelando una solicitud de patente "internacional" con una oficina de patentes. Es sistema PCT fue definitivamente una mejora. Sin embargo fue una mejora limitada, ya que se vincula solamente con la solicitud de una protección patentaria, y no con la concesión de una patente.

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El PCT ha probado ser una buena idea. En el año 2000, el número de solicitudes PCT ha llegado a 91.000. Pero siempre hay un reverso en cada medalla. Se han agregado regularmente nuevas reglas al PCT. A tal punto que ahora el sistema puede ser comparado con una jungla, donde usted pierde su camino y su dinero. Así como la desesperación de tantos inventores independientes, como también la falta de interés en el PCT mostrada por tantas pequeñas y medianas empresas innovadoras.

Como algunos de ustedes saben, los EE.UU están a la vanguardia en relación a una reforma drástica del PCT. Sus representantes han enviado formalmente propuestas en tal sentido a la reunión de la OMPI (Asamblea del PCT), llevada a cabo entre septiembre y octubre de 2000. Los EE.UU sugirieron que la reforma del PCT debería tener lugar en dos etapas. Una primera etapa de cinco años, con un alcance modesto, para reducir las formalidades y los costos, y también para modificar ciertos procedimientos del PCT, que los armonice con aquellos adoptados recientemente por el Tratado de Leyes de Patentes (PLT : Patent Law Treaty). La segunda etapa de cinco años propuesta por los EE.UU, en relación a la propuesta de reforma del PCT, intenta conducir a un cambio más profundo y drástico para el PCT, el cual, como dije antes, es en el presente sólo un sistema de presentación de solicitudes de patentes.

Siguiendo estas discusiones preliminares de septiembre último, cuando las propuestas de los EE.UU fueron presentadas por primera vez, la OMPI está organizando la primera ronda de discusiones que tendrá lugar en Ginebra del 21 al 25 de mayo. (Esto es en exactamente 3 días).

O hace falta decir que los inventores están a favor de una drástica reforma del PCT. Una reforma que conduzca a una simplificación de las formalidades, una reducción de los costos, y es de esperar que también prepare el camino para que la Patente Mundial esté disponible para todos los inventores, y reconocida por todos los Estados.

Permítanme darles un vistazo a las discusiones sobre las reformas del PCT que tendrán lugar la próxima semana en la OMPI. Fuera de las 15 propuestas hechas por los EE.UU en el marco de su primera etapa de reformas de 5 años, les hablaré sobre las primeras 2 propuestas.

En el presente, cuando usted solicita un patente PCT, tiene que designar en la solicitud, los Estados en los cuales quiere obtener la protección de su invento, y por supuesto pagar las tasas pertinentes. Los EE.UU proponen la total eliminación de este concepto de la designación de Estados. Una verdadera simplificación cuando usted considera que el resultado será que la solicitud PCT será válida automáticamente en todos los Estados. Además, el costo de la operación –¡o mejor de esta no -operación!- será reducida a cero. Sólo imaginen esto. Ni un centavo (en vez de los 840 francos suizos, o alrededor de U$S 492, como se solicita hoy si usted designa a todos los Estados PCT en el formulario de solicitud. Y además, ni un centavo para el agente y/o abogado de patentes.

Resumiendo: Sin designación de Estados = sin formalidades. Sin formalidades = sin tasas, y por supuesto no existen costos a ser pagados a los agentes y/o abogados de patentes. La IFIA también apoya esta propuesta de los EE.UU por otra razón, debido a que estamos convencidos de que una simple solicitud válida en todos los Estados, definitivamente significaría un paso adelante hacia el establecimiento de la Patente Mundial que soñamos.

La segunda propuesta de los EE.UU que me gustaría mencionar es la siguiente. En el presente, solamente los nativos y residentes en un Estado miembro del PCT, puede utilizar el sistema PCT. Los EE.UU proponen eliminar esta condición. Nosotros apoyamos esta propuesta, porque la solidaridad de la IFIA se extiende a cada inventor en el mundo, sin reparar en la nacionalidad o la residencia. Nuestra opinión es que no hay razón para que un inventor que es nativo de un país que no es miembro del PCT, o que no viva en uno de los Estados miembros, deba ser discriminado y/o penalizado. Nosotros también apoyamos esta particular propuesta de los EE.UU por otra razón. En verdad esta reforma también prepararía el camino para nuestra meta última, la de la Patente Mundial, una simple patente abierta a la comunidad mundial de inventores.

Dicho esto, todos sabemos que el camino al Paraíso – y aquí quiero significar por supuesto nuestro sueño de la Patente Mundial – es largo y lleno de espinas... Sabemos que el proyecto de 10 años de reformas del PCT, no será fácil de alcanzar. Primero está la extrema complejidad del sistema. Segundo, será difícil acomodar a todos los intereses involucrados. Algunos gobiernos están mirando a la propuesta de los EE.UU con dudas, sin hablar de algunos agentes y abogados de patentes para quienes una mayor complejidad de la ley implica más dinero para ellos. Y no me mal interpreten: si la IFIA está de acuerdo con las primeras dos propuestas de los EE.UU, esto no significa que estamos de acuerdo con todas sus propuestas.

¡Aún cuando llegue ese día en que el PCT sea reformado, nuestra lucha no estará terminada! Habrá por delante un lago camino que andar antes de que finalmente se adopte una Patente Mundial. ¡Sólo miren a Europa! Pese a sus afinidades históricas y culturales, los europeos aún no han sido capaces de adoptar una patente que pueda ser aceptada por todos los Estados miembros de la Unión Europea. ¡Además piensen que estas discusiones se han venido arrastrando durante 30 años...!

No hay que asombrarse entonces cuando los gobiernos siguen evitando usar el término Patente Mundial en las reuniones públicas oficiales. Harían mejor en usar el término "Sistema global de patentes". Un término que es más vago y no cierra la puerta a otros compromisos.

Y aquí, me gustaría compartir con ustedes algunos pensamientos generales sobre como veo personalmente el concepto de una Patente Mundial.

Primero, una Patente Mundial no eliminará la necesidad de mantener patentes nacionales (o regionales). Sin embargo, las provisiones sustantivas y procedimentales de las leyes de patentes nacionales, tendrán que ser armonizadas para que la Patente Mundial esté basada en los mismos principios y reglas. El presente Tratado de Leyes d Patentes, que se ha adoptado en 2000, fue diseñado para resolver la mayoría de los aspectos de las leyes de patentes nacionales. Las discusiones que han comenzado esta semana en la OMPI, en Ginebra, concernientes a la armonización de los requerimientos de las leyes de patentes, tienen la intensión de alcanzar la segunda meta, una meta que, como sabemos, es muy difícil de alcanzar.

Segundo, una Patente Mundial no eliminará la necesidad de mantener Oficinas de Patentes nacionales (o regionales). Sin embargo, su función tendrá que ser adaptada. No sería la primera vez: ya en los setenta y los ochenta, los servicios de información de patentes fueron agregados a las funciones de las Oficinas de Patentes. En años más recientes, también se ha introducido la promoción de la actividad inventiva local. Estoy orgulloso de decir que me considero el "padre" de la idea de la promoción de la actividad inventiva a nivel mundial, esto fue cuando trabajaba como miembro del personal de la OMPI.

Tercero, una Patente Mundial necesitaría incluir mayores elementos. Desde mi punto de vista los siguientes tres deberían ser la columna vertebral del sistema:

  1. El examen internacional debe tener un efecto vinculante, aún si, como probablemente será necesario, debe ser llevado a cabo por más de una autoridad nacional (o regional).
  2. La concesión de una Patente Mundial debería ser la responsabilidad de una simple autoridad que debería ser administrada internacionalmente. Quizás la OMPI. ¿Por qué no? Esta idea no es nueva, y no es una idea de la IFIA. La idea de una "Patente PCT" fue lanzada en 1998 en el Simposio Internacional PCT en Pekín, por el Secretario de la OMPI, a través de uno de sus Directores Generales Suplentes, el Sr. Francois Curchod.
  3. La puesta en vigor de la Patente Mundial obviamente necesitará el establecimiento de una Corte para la Patente Mundial. ¡Un real desafío!

Personalmente, mi sentimiento es que ambos, los inventores y la industria podrían encontrar un piso común de acuerdo en estos tres mayores aspectos de la futura Patente Mundial. Hablando en representación de la comunidad de inventores, a quienes represento aquí, y para responder a la pregunta presentada como subtítulo de mi presentación, puedo decirles que los inventores están listos para una Patente Mundial.

Habiendo dicho esto, una Patente Mundial debería por supuesto ser un sistema accesible para los inventores independientes y para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs). Nosotros en la IFIA solicitamos una especial reducción en las tasas del PCT a favor de estas dos categorías. A propósito, este es ya el caso en un número de países que ofrece reducción de tasas que llegan al menos hasta el 50% para los inventores independientes y las PyMEs, sin tener en cuenta su nacionalidad o residencia. Aquí por supuesto interviene el papel y compromiso de los gobiernos, por eso son los gobiernos quienes, en la instancia final, toman las decisiones en relación con el sistema de patentes tanto a nivel nacional como internacional.

¿Escucharán los gobiernos nuestra voz, la voz de los inventores?

 

[Fin del documento]